R.M. JULIA NAVARRETE Y GUERRERO
La Venerable Madre Julia nació en la Ciudad de Oaxaca, el día 30 de junio de 1881. Fueron sus padres el profesor Don Demetrio Navarrete, director de la Escuela Normal de la misma ciudad y Doña Julia Guerrero, maestra de Música y Canto; ambos formaron un matrimonio profundamente cristiano y digno, y procrearon a sus seis hijos de la segunda, Julia, fue religiosa.
Julia hizo sus estudios en la misma ciudad de Oaxaca, ganándose el cariño de sus maestros y compañeros. A los 17 años sintió el llamado de Dios y resuelta a consagrarse a Él fue a la ciudad de México en busca de orientación. Allí conoció al R.P. Alberto Cuscó Mir, quien acababa de fundar una Congregación Religiosa y viendo en Julia las cualidades y el temple necesarios para esta Obra, la invitó a quedarse en ella.
Julia se consagró a Dios por medio de sus votos religiosos el 3 de mayo de 1901. Muy pronto, el R.P. Alberto Cuscó Mir, al ser llamado por sus superiores, dejo en manos de la joven religiosa la naciente Congregación.
El día 12 de julio de 1904, la Congregación recibió la aprobación del Señor Obispo de la Diócesis de Aguascalientes y el 8 de noviembre de 1962 el Papa Juan XXIII le concedió la Aprobación Pontificia.
La Madre fundadora vivió 93 años fecundos, muy ricos en logros espirituales, humanos y culturales. Pudo aunar en su gran personalidad una síntesis admirable de firmeza y ternura. Vivió muy unida a Dios; practicó una gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús, al Espíritu Santo, a la Virgen Santísima y supo comunicar esto mismo a las personas con quienes trataba, interesándose especialmente por hacer llegar estas devociones a los alumnos de nuestros colegios.
La medida de su amor a Dios se adivinaba en su amor a las personas. Nos dejó un hermoso ejemplo de fe, entrega generosa y sin condiciones; de fervor misionero, de amor y adhesión a la Iglesia; de inmensa caridad y de comprensión a todos; de estima y ayuda a los pobres y de servicialidad. Encendió en las personas a quienes trató, sobre todo en las religiosas de su congregación, el deseo de que la Obra siga al servicio de la Iglesia en los hermanos.
Estableció 47 casas entre colegios y misiones en la República Mexicana y 4 en Estados Unidos de Norteamérica. Encauzó el ideal del Instituto a la formación integral de la niñez y juventud, a las que amo mucho. Fue una maestra auténtica, de brillante inteligencia, muy preparada, siempre atenta a actualizarse. Trabajó incansablemente para que en sus colegios germinara el progreso junto con el crecimiento moral y espiritual de los educandos.
La Madre Julia falleció el día 21 de noviembre de 1974, en la ciudad de Toluca, Estado de México. Fue sepultada en la capilla anexa a nuestro noviciado, en la ciudad de Aguascalientes. El 30 de junio de 1985 se abre, en esta misma ciudad, el proceso de canonización mediante el cual es declarada por la Iglesia Sierva de Dios.